Al hablar de austeridad, en si misma, se nos presenta una palabra que responde a algo duro, algo cerrado herméticamente. Hay muchos ejemplos dentro de nuestra sociedad que serian de utilidad, como un coche blindado, un homofóbico, un xenofóbico o el cerebro de un represor de los ´70. Con estos ejemplos, nos metemos en el esquema de paranoia que nos muestra Deleuze (no lo leí todavía, pero lo aprendí discutiendo con amigos mios y de la filosofía). El paranoico no es el que es perseguido, sino, el que persigue, es decir, se siente amenazado y comienza a generar violencia indirecta (como en el caso del coche blindado, porque quizás solo quiere protegerse, pero esa sobreprotección de si mismo expulsa y rechaza a todo un conjunto que queda afuera, desprotegidos, acusados e inseguros) o directa (como en los otros tres casos, tanto el homofóbico, como el xenófobo y el represor se sienten amenazados por algo diferente a ellos al pensar de forma austera y mezquina).
Y la austeridad se vuelve peligrosa y el peligro austero porque se mata gente por que tienen una elección sexual diferente, se mata gente en guerras y en peleas por ser de paises diferentes y se mata gente que quiere revolucionar el mundo, los grandes genocidios de la historia.
Loco ahora que me hize comentarista blogger, estoy pasando a agradecer a todos los que me dieron lectura y veo que aca aflojaste che!...
ResponderEliminarJusto hoy no tengo fuerzas ni para discutir, ni para agregar nada mas que un GRACIAS al blogg y sus letras, pero ni bien de señales de nueva vida contame entre los enganchados, nos vemos...